Creo estar cerca y me engaño,
tropiezo en flores y arbustos,
presagio mi indefinida ruta,
descanso sobre un banco verde
¡Ancho de banda sitia el interfaz!
Exhausto y fatigado aspiro
perfume lavanda, sorprendido,
junto a mí, sentada, aquella
voluptuosa figura cenicienta
¡Back up incremental en máquina!
Sus vacíos ojos me miran desde
su brillo ambarino lacerante,
sus cabellos ondulados, suaves;
se acerca hacia mí, lentamente
¡La flora se refleja dentro del ámbar!
La brisa desprende su túnica,
el cuerpo transparente;
intento asirla, yo yerto
sin movimiento en mis brazos
¡Fuga metafísica, cristal de roca!
Su semblante sigue a mi lado
siento proximidad, algo me agarra
me estremece una descarga,
oigo su voz, lejana, susurrante
¡Magnesio dominante en dolomita!
Morfeo me aferra y atrapa,
siento caer al vacío, en aletargo,
mi mano es retenida con fuerza
retrocedo y me llena un hálito
¡Termoluminiscencia en fluorita!
Impulso seráfico, y sedante;
estoy cerca, sedente y la ciudad
duerme entre aromas de jazmín,
rosales y jaras; sopla fuerte el viento
¡El céfiro libera la espesa niebla… y mi memoria!