Las cosas sobre las cosas,
las voces de tu alma mía,
la mía eres tú y la rosa,
la mar que desconocía.
El jardín de los sonidos,
la piel, el pelo y la sombra,
es donde mi ser se abriga,
como eres tú y es la rosa.
Esas cosas son la misma,
pues; si tú tienes la rosa,
y la rosa está conmigo,
para mí es la misma cosa, la flor,
el jardín, la choza.