Pasó lento aquella noche
y algunos ojos lo vieron.
No sé en verdad qué sintieron,
tampoco es que lo reproche.
Después pasó a medianoche.
Ya varios aparecieron,
con nombres los bendijeron
y ojo, ¡no es ningún fantoche!
Y vi que llevaba cola
parecida al del león
sin ninguna batahola…
¡Y ha causado sensación!
Y no se trata de una ola,
ni tampoco de ilusión.