Sal ya, verano,
y muéstranos tu imagen
y tus vestidos.
Ven a nosotros
y llévanos contigo
de vacaciones.
Porque el verano
se asocia con descanso
del cuerpo y alma.
Llega el calor,
los días de la playa
y la montaña.
Se busca el sol,
la arena y el nordeste.
También la sombra.
Todo en su punto
con ojos que se alegran
y se divierten
Es una vuelta
sin cargas de nostalgia
a otros veranos.
Los que se añoran,
con nuevas sensaciones,
actualizadas.
Días completos
trazando mil proyectos
cara al futuro.
Y mientras tanto
resuenan las campanas
no muy lejanas.
Las que nos dicen
que tras las vacaciones,
llega el otoño.
Y que vivamos
despacio este verano
que ahora comienza.
Rafael Sánchez Ortega ©
24/06/03