BeeAngela

En aquel pasillo

Incluso desde lejos se podían ver los colores brillantes y exóticos de cada uno de los cuadros de aquella galería. Mucha gente entraba y salía, pero tú, sólo dabas un paso atrás y sonreías mientras admirabas cada obra de arte con un poco de complicidad.

Te veías hermoso...

Aún recuerdo la manera en que destacabas en medio de todo el lugar, recuerdo tus manos en los bolsillos, tu cabello claro acaramelado, salvaje y cautivador mientras parecias estar perdido en tu propio mundo. 

Recuerdo aquella sonrisa que encantó mis ojos, la forma en que no omitiste ni un solo detalle de cada obra mientras las mirabas, la manera en que dibujabas cada línea con tus finas manos, y aun más, recuerdo el dolor que tu tacto reflejaba, y la forma en que dabas sentido a cada línea, a cada color...

Gestos rectos e infantiles, ojos salvajes e impenetrables, ¿qué escondías? ¿El azul del cielo te entristecía?

Y en el momento en que giraste sobre tus pies, tus ojos se encontraron con los míos; aquella fue la constelación de dolor más preciosa que pude ver en mi vida.

¿Quién iba a pensar que en aquel pasillo de la galería comenzaría una historia de amor que produciría este encuentro entre nosotros dos?

Pero ahora, sólo puedo recordar los momentos que compartimos en aquel entonces, el viento frío de aquella noche y el cielo estrellado siempre me recuerdan tu dolor, traen a mi memoria lo que hiciste, que decidiste marchitarte sin importar si nuestro cielo gris podría convertirse en un bello atardecer... 

Y ahora que te fuiste, logré entender la razón de tu melancólica mirada cada vez que observabas aquel cuadro de cielo azul, y para ser sincera, mi vida se ha acortado desde que dejaste este mundo, pero te mantendré vivo en mi corazón, mientras yo aquí, seguiré sufriendo por tu ausencia, mi amor.

- Mel