el brujo de letziaga

Ella se alejó de mi.

Ella se alejó de mí..., como una balsa, que se va despegando de la orilla de una melancólica ría, suavemente, deslizándose tarde abajo con su risa triste, perdiéndose en la bruma de la noche, camino de la fuente donde mana la música de la penumbra.

 


Yo me quedé absorto, ensimismado..., mirando las ondas que iba dejando sobre el agua en aquella tarde verdinegra, mientras se iba alejando, cada vez se la notaba más pequeña y más diminuta, hasta que la noche se hizo niebla y ya no se veía nada, ni siquiera la soledad en mis alrededores.