¡Pura vida!, Costa Rica
Emocionantes momentos se viven en el Caribe,
este mar con sus corales, excelsa belleza exhibe.
La flora y fauna en las selvas se muestran maravillosas,
quetzales, guarias y ceibos son riquezas muy valiosas.
El pacífico de arenas opalinas y fastuosas
donde nacen los amores en bahías caprichosas.
Los volcanes atractivos de plomizas fumarolas
se elevan al universo con fantásticas cabriolas.
La pequeña Costa Rica con su medio ambiente escribe
una historia donde vuelan azuladas mariposas
que se posan en sus flores de esplendorosas corolas.
Costa Rica patria amada, tierra de seres felices
sencillos y laboriosos que evidencian sus raíces.
Una vieja democracia llevada en el corazón
cincelada con amor, de nuestra tierra un pilón.
Para Latinoamérica, desconocido renglón
creado por estadistas de esplendorosa visión.
No se envidia la grandeza de otras civilizaciones
se tienen faustas riquezas, y atractivas tradiciones.
Los legados culturales tienen diversos matices
que para siempre engrandecen esta preciosa nación,
y son motivo frecuente de solemnes expresiones.
Costa Rica de marimbas, cafetales y jilgueros,
recibe con alegría, visitantes extranjeros.
Un terruño sin ejército, libre de los militares,
es un hecho formidable de raíces ejemplares
y evita a la población sufrir nefastos pesares.
Es un pueblo bendecido por designios estelares.
Una noble sociedad, amigable y consentida
con vigorosos valores, por próceres fue construida.
Un país de Centro América de principios verdaderos
de valerosas personas que de la paz son pilares
que con vehemencia exclaman: Costa Rica es ¡Pura Vida!