Por costumbre ya lo digo, aunque no sea cierto,
amor mío, te he olvidado.
Por lectura en los cuadernos viejos, he leído tu nombre,
con la singular frase “Te amo”.
Por desear estar a tu lado, aun estándolo
siento de algún modo que te extraño.
Por buscarte, te confundo con quienes no debería,
pero claro que bebería si eso tuviera un significado.
Por contestar mis preguntas he ignorado a la suerte,
ni en los puentes o en los camiones nunca te he encontrado.
Por intentar estar sobrio, abracé la oportunidad de estar solo,
pero mi corazón no puede soportarlo.
Por amarte a ti, calmé mi insomnio, el aburrimiento,
los malos pensamientos.
Por amarte, digo mentiras,
como dibujarme triste en mis autorretratos.
Por decir mentiras, digo cosas como esta,
que mi cuerpo se ha acostumbrado a la herida.
Por incluir melancolía al café, duermo hasta tarde,
el sonido de la alarma no me separa de tu ausencia.
Por más que busque en las puertas entreabiertas,
nunca daré con quien eras.
Por amarte a ti, lleno mis días de un lejano presente,
reviviendo el dolor, enamorándome de algo que existió.
Por amor a la nostalgia, mi futuro nunca llegó.