Vuelves a mi,
llegas a veces
y me envuelve tu energía,
tu sutil manía
de robarme el pensamiento...
Vuelves con la brisa,
con la risa de los niños,
con algunas melodías olvidadas,
con aromas de otros tiempos...
Vuelves en mis sueños,
con los rostros de otros días
rebosantes, plenos
de inocencia y lozanía...
Vuelves con recuerdos,
con caricias añoradas
con amor disfrazado
en dulzuras amasadas...
Y me llenas, por momentos,
de extrañeza.
Me regresas
a la infancia,
al aroma a pan casero
y mermelada...
Vuelves siempre, nostalgia,
a regalarme versos,
a acariciarme el alma,
a sanar mis heridas
y mis duelos...