Ahora concuerdo con Shakespeare
cuando dijo:
Dices que amas la lluvia
pero abres un paraguas
así no caiga con furia.
Que amas el sol,
pero buscas la sombra
si te alumbra su calor.
Dices que amas el viento
pero te pones más ropa
y cierras las ventanas si esté sopla.
Es por eso que te seré sincero;
me haces dudar
cuando dices te quiero,
es por eso que quiero encontrar
la certeza en tu risa y en tu mirar.
Porque dices que soy tu luz
y a veces me haces sentir a oscuras .
Dices que te llena mi amor
y es por eso a lo mejor
que a veces me haces sentir vacío;
dices amar mi calor
por eso será que tu amor es tan frió,
solo quiero encontrar de tu cariño el abrigo
que tus actos hablen por tí.
Ya que sabes lo que significas para mí .
Y que cada oración que me escribas
la digas con el corazón.
Déjame ser tu lluvia
para empapar tu alma,
déjame ser tu sol
y que mi amor ilumine tus días;
déjame ser el viento
y ser en tu ser el mar
donde puedas navegar
y al desplegar tus velas
puedas llegar a mi horizonte.
Déjame ser tu música
y no solo tu melodía,
para que al final del día entiendas
lo que en estas letras te proponía.
Espero que ames mi poesía
porque en esta encontrarás
lo que anoche mis ojos decían
y no lo entendías.
Porque no es tan bello un atardecer
con lentes de sol,
tampoco complacer el amor
si las acciones causan dolor.
Y si a las palabras que hablas
tus hechos no las respaldan.
Sería como esconder espinas en una flor.
Sería como hacer el amor
con alguien que no te apasiona;
ni sentir el calor de la otra persona.
Sería como una doncella
que detesta tus noches,
pero quiere ver contigo las estrellas;
esa que emprende la huida
cuando tu alma la espera.
Quien quieres sienta tu calor
y te ayude a mantener la hoguera;
la que si ama tus noches,
no quiera mantener la luz encendida
la que si tienes una herida
te brinde la contención requerida.