Lea Nieves Torres

Río Congo

1. ESTA COSTUMBRE

Amado mío: hoy no sé dónde estás.
No contestas mis llamadas,
Ni escuchas mis mensajes;
Pero, esta costumbre_la de estar contigo-
Hoy sigue violentando mi paisaje,
Pleno de ríos, de árboles, de brisa y de silencio
Incólume, como un grabado
En las circunvoluciones de mi cerebro.
Esta costumbre_la de estar contigo-
Se camufla, febril, cual camaleón,
En los recovecos salvajes de mi cuerpo,
En mi voz, en mi piel y hasta en mi sangre;
Se columpia en la fronda de los árboles;
Y camina desnuda por las calles
Repletas de transeúntes nostálgicos;
Se sienta en los parques de la ciudad;
Va al cine, al teatro a los zoológicos
O como una maga, me obnubila, bien lo sé,
Y se refleja en el espejo de cualquier vitrina
O en el oscuro fondo de la taza de café.
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LNTVanessaTawer©®
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Este poema lo escribí para alguien muy especial, el hombre con el que conviví durante 2 años, al que nunca he olvidado, pero, que me mintió diciendo que viajaba a X ciudad, mientras se iba para la ciudad Y, durante una Semana Santa, el fatídico año 2013. Mientras yo creía que estaba en la ciudad X, estaba en la Y, disfrutando del Mar, el Sol y la Arena en Santa Martha. Terrible mi sorpresa, cuando días después una amiga en común aludió: \"Se te están saliendo los cachos por la ventana\"... Entonces me transformé en Agatha Christie y lo pillé. No hice ruido, pero cuando volvió un Sábado por la noche... lo mandé para donde la otra... pero ya había escrito este bello (por no decir p√π0 )poema...
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2.
 

I

Salvaje Río Congo:

Un día mama y papa negros

Se juraron amor en tus orillas…

 

Y una noche,

Una noche, ya perdida en el tiempo;

Una noche, sin luna y sin estrellas

Sí. Una noche, cazadores negreros

_fieras salvajes- violaron tus orillas

 

Y mama, mama negra,

Fue subida

A un barco,

Barco de negreros,

Subió encadenada

¡Y nunca volvió!

 

Y despertó en una tierra lejana

Y murió soñando,

Salvaje Río Congo,

¿En cuál de tus islas,

En cuál de tus brazos,

En cuál de tus playas,

En cuál de tus rápidos,

En cuál catarata,

Soñando, murió?

 

-II-

 

Y papa, papa negro

Fue subido

A un barco negrero,

Subió encadenado

¡Y nunca volvió!

 

Y despertó en una tierra lejana

Y murió soñando

Salvaje Río Congo,

¿En cuál de tus islas,

En cuál de tus brazos,

En cuál de tus playas,

En cuál de tus rápidos,

En cuál catarata,

Soñando, murió?

 

III

 

¡Y aquí estoy yo!

Con algo del negro,

Con algo del blanco,

Con algo del indio…

 

¡Voy en contravía!

 

Salvaje Río Congo,

¿En cuál de tus islas,

En cuál de tus brazos,

En cuál de tus playas,

En cuál de tus rápidos,

En cuál catarata,

Mama y papa negros,

Lloran todavía?

 

Y aquí estoy yo

En mi celosía:

Con algo del negro

Con algo del blanco

Con algo del indio…

Y escribo poesía…

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Este poema lo escribí, recordando mi niñez en El Valle del Cauca, Colombia, donde todavía quedan restos de los Ingenios Azucareros, en algunos de los cuales trabajaron mis abuelos, mis tíos y mi padre. Ingenios y dónde los corteros de caña trabajaban largas jornadas por un sueldo miserable. La mayoría de los trabajadores de la Caña de Azúcar son descendientes de los  Palenqueros, descendientes de los esclavos africanos, que en sus inicios fueron utilizados en los Ingenios paneleros y en los campos de algodón de las grandes haciendas de los esclavistas. 

Imaginé la cacería atroz y el dolor físico y moral de una raza sacada a la fuerza de su tierra originaria para ser explotada como esclava.

Escenario, \"El Gran Río Congo\" padre de los \"Tambores\" las\"Congolas\", las \"Cachimbas\", las \"Cayanas\" los \"Turbantes\" y demás instrumentos y costumbres de los primeros pobladores negros de América, que van cayendo en el olvido...