🐛💔🪱
Soy oruguita, sí, oruguita.
Y no lombriz, cómo aquella de tu cuento... Jamás lombriz. Pero vos sí.
Bajo tierra no da luz el sol, no existe la brisa fresca ni se puede oír el canto de los pájaros. Aun así, con todo gusto la oruga hubiera descendido a esas tinieblas para acompañar a su querida lombriz hacía la superficie, la hubiera guiado con la luz de su amor sincero...
No contó con que la lombriz ya había acostumbrado su alma a la oscuridad, a la tristeza y a la soledad... Eligió quedarse allí, en su lugar seguro, con la música de su melancolía ya conocida. El miedo intenso a morir si llegaba a la superficie la obligó a retroceder, a enterrar cada vez más esa ternura tan bonita que la caracterizaba, y prefirió alejarse...
Y la oruguita, con el corazón adolorido y su amor derrotado, siguió sola su camino de regreso, a buscar el mejor lugar para su propio proceso de metamorfosis, con ayuda de las reflexiones que había compartido con su querida lombriz, con tanto que le había enseñado de la vida y del amor sin casi haberlo vivido...
La oruguita solo deseaba con fervor que, algún día, la vida las vuelva a encontrar... Y que ojalá, sea de este lado de la tierra, en la superficie, donde da luz el sol, donde se siente la brisa fresca y se oye el canto de los pájaros. Ella sabía que sin quererlo... su corazón de oruga siempre la estará esperando, aun cuando llegue el día en que al fin despliegue sus bellas alas de mariposa...🦋
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Ceci Ailín