Quién le explica al corazón
Ávido de ir a tu encuentro
Cuando la realidad que es cruel
Y le dice “no” al deseo
Porque es terco como un niño
Que quiere, aunque no pueda
Y no entiende la razón
De ese “no” como respuesta
¿Quién le explica la razón al corazón
Quién lo sienta en sus rodillas
O se pone de cuclillas
Para que entienda mejor?
Quién lo pone en penitencia
Para que entre en razón
Si cuando fuimos pequeños
Tampoco lo comprendimos
Por qué exigir que madure
Si es un eterno chiquillo
Por qué dejarlo morir
Al niño que le da vida
Si en su inocencia al sentir
Perdonamos las heridas