Freddy Kalvo

Nunca es tarde...

Nunca es tarde, nunca es tarde,

todo llega en su momento.

Llega el sol cada mañana

e ilumina mucho el cielo

y la flor en primavera

después del intenso invierno

que se va con el verano

y el otoño ceniciento.

 

Nunca es tarde, nunca es tarde,

ya sabrás lo que yo pienso

que al llegar la madrugada

siempre llegará un… ¡Te quiero!

Un te quiero vida mía,

un te quiero, desde adentro,

porque vivo amada mía,

más que triste, muy contento.

 

Nunca es tarde, nunca es tarde

si no pierdes el anhelo

y la fe que habita tu alma,

si mantienes esos sueños

que te llenan de esperanza

si los sueños son supremos

tan supremos que caminas

superando desalientos.

 

Nunca es tarde, nunca es tarde,

me decían los abuelos:

—para conquistar la meta

aunque sufras tus desvelos.

Recalcando: —nunca es tarde,

si tú luchas con empeño

y si labras los caminos

en busca de tus anhelos.

 

Nunca es tarde, nunca es tarde,

ni para arrepentimientos.

Si lo actuado ha sido malo,

son cobardes los que huyeron

y valientes, si quedaron,

construyendo un mundo nuevo.

 

¿Puede ser tarde mañana,

si dejo pasar el tiempo?

Será tarde, será tarde,

si esperando yo me quedo

a que llegue un nuevo día

y amanezca inerte y muerto

con pijama de madera

en un sepulcral silencio.