Para aquel que está destrozado
Que aún llora en su laurel
Que no puede ver la dulce luz al final
No te compadezcas mi hermano
Es tan corta la vida
Para vivir de los pesares
No te pido indiferencia
Si no afrontarlo
Si levantas el rostro encontrarás un nuevo mundo
Busca tu satisfacción
No ruegues auxilio en otros
Si primero no reconoces en lo que te hundes
Cuando identifíques tus demonios
Será más fácil, destruir el mal que te consume
Hermano salta, levanta las manos
Mira el cielo, el viento a un sopla