Hay momentos, circunstancias,
donde el espacio conmueve.
Sobre la piel de relieve
vemos morir las distancias.
Sentimos el cuerpo leve.
Que esto pase y sobrelleve
-todo lo que el cuerpo aguante-,
con tempestad de amante
que el milagro nos subleve
de sentir apasionante.
Porque siempre anduve errante
ahora aquí entelerido
en el sitio donde anido
donde agudizo el semblante
hoy recojo lo perdido.
Voy por todo lo querido
a temblar de frenesí
porque la frialdad en sí
avanza sobre el olvido
de lo que alguna vez fui.
¡Rechazo lo baladí
de tener cuanto se pueda,
seré el derrame que queda,
la memoria que encendí...
y todo el amor que hospeda!
©JLGalarza