Son las cuatro en punto de la tarde
vivifico mi embriaguez pausada
y llego nuevamente corroyendo
mi transcendental amor
Me invaden unas perras ganas de besarte
de tumbarte en la cama
de hacerte mía nuevamente
Nada es suficiente.
Tampoco cumplir los preceptos
de mirarte el fondo del pensamiento,
pues te amo
y todos los días construiré mi vida
no seré translúcido
ni te sentiré ajena.
sudaré éste amor fuerte,
como el hierro suda herrumbre,
seré carta de luz en la protesta.
Ruta norte. Baúl de destinos.
Y guardarás mi historial
en tu pupila
y sentirás mis dedos
hurgando el fondo de tu esencia
con una sudorosa malicia
Te sembraré el amor con mis brazos
y con insistencia seguiré adelante
corazón abierto, frente arriba
y el pecado, ¡Ja!,
será otra cosa insignificante
porque seré fiel a nuestra causa
y aunque mis ojos se cierren
ante el lapsus del sueño
yo…,
yo te enseñaré
como quiere un panameño