No podía dejar pasar una noche más permitiendo que mis ideas sean esclavas de ti, ¿En verdad soy libre?, ¿Cuándo fue que me puse la cadena de lo que no fue?, ¿En qué momento, la llave de irme, perdí?
Sobre todo, ¿A qué volviste?
Después de toda guerra cualquier ciudad se vuelve ceniza, después de mi partida, la ciudad nuestro futuro se vino abajo. Un par de mayos después construí los cimientos de jamás verme en ti, ahora, cual conquistador derrotado vuelves a mis prósperas tierras, al brillante hoy buscando la seguridad que en distintas aldeas no encontraste, o más que encontrar, no tuvieron lo que esperabas:
Gallardía, bravura y tenacidad. Hoy mi método de defensa es distinto, es acabar todo como empezó: en el mismo sitio que te conquisté, ahora te diré ese adiós que mi karma tanto necesita, liberando ese espacio para las bendiciones por las que tanto he trabajado.
Alejándome de tu energía sé que podré abrazar la mía y las que vengan porque sí, hoy estoy siendo feliz.