Algunas veces miro a las luces
a las farolas rotas
y a los candelabros que no existen
y pienso en las estrellas que se apagan.
Pienso en la explosión de los astros
como un clic de interruptor
como un pfuu del viento
como si el sonido de aquellos no arrancase el terror de las almas
como si los mundos no temblasen ante las hermanas caídas
ante las madres de luces que dejan abandonados a sus hijos
sin centro por el cual orbitar
como pequeños barcos redondos abandonados a la distancia
o a la implosión o al olvido
que son todos lo mismo.
Algunas veces miro al cielo
a los puntitos vibrantes
y los siento apagarse hoy
que será el futuro de nuestros ojos
y pienso en tantas luces que mantenemos encendidas
para el coraje de nuestros latidos y almas
como si la luz de aquellos puntitos, nuestras estrellas
no nos fuese suficiente.
Pero eso solo me pasa algunas veces.
– Pablo de las Heras – Taichung, Taiwán
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