Amor mío, vida mía,
dueña de mi corazón.
Si a mi corazón un día
le devuelves la alegría
te amaré con más pasión.
Y en la noche solitaria
cuando sientas un temor
yo seré tu luminaria
con palabra libertaria
como un gran libertador.
Porque sabes que te quiero
que tu ausencia hace sufrir.
Y al sufrir me desespero,
si en las noches yo te espero
¡Dime cuándo has de venir!
Amor mío, vida mía,
no soporto este dolor
ni esta cruel melancolía
que carcome día a día
¡Vuelve pronto por mi amor!
Que mi corazón abierto
con su vasto frenesí,
vive como en un desierto
donde voy quedando muerto
¡Pues muriendo voy por ti!