El encierro en su soledad
Los años pasan y la vida que una vez fue alegre, sigue a paso sosegado y lento
La soledad aparece adormecida, como hamaca que mece el viento
Ya ni se acuerda, si es de día o de noche, ni a qué horas se acuesta, ni a que se enfrenta
No sabe si es feliz, solitario o aburrido, o si ríe a solas de soledad o de contento
Como todo un ermitaño en el desierto atroz, con los sudores de su tormento
El encierro entre cuatro paredes, carcome sus entrañas en la soledad de su lánguido aposento
Se esfumó como por encanto, la conversación, los amigos, el café burbujeante y el argumento
No sé si está lleno o revienta de sed, sin el tizón, sin el calor del pabilo encendido y sin el alimento
El aislamiento del encierro, lo arrastra al abandono y al cruel atroz remordimiento
Se le nubla la vista y sólo aprecia su camino oscuro, espinoso y polvoriento
La tristeza del encierro hace ver otros horizontes lúgubres, opacos y grises, otras sombras y otras realidades
Llegó el tiempo en que acechan las enfermedades por los años, las canas, las arrugas y el paso que maduraron las edades
Todo se nubla y apareen las sombras en sus temibles y atroces oscuridades
El miedo aparece tembloroso, alejando los familiares y las bellas felicidades
Los queridos amigos se marcharon y sólo dejaron el saludo de sus queridas amistades
El fatídico encierro carcome la vida y aleja el compartir y ver otros paisajes y otras oportunidades
Nadie pregunta por la salud y el bienestar, sino por el dinero, las haciendas y sus propiedades
El encierro, es como un abismo inmenso y oscuro, en sus lánguidas y crueles profundidades
Lentamente se deteriora la vida y aparecen las fatídicas y desesperanzadoras ansiedades
Se acaban las intimidades y el pensamiento vuela hacia el más allá de las eternidades
Se marchita la existencia, se esfuma el ego, el orgullo y las soberbias con sus vanidades
El encierro es como un huracán dormido, que presagia vendavales, truenos, rayos y tempestades
Paraliza el cuerpo y la mente y acrecienta el llanto y las lágrimas al miedo y a las fatalidades
El encierro en medio de su soledad, acaba lentamente la naturaleza hermosa y preciosa
Se va paulatinamente extinguiendo la vida, como un hilo de la fuente de agua silenciosa
Se cierran las ventanas y se cierra la vista al horizonte de la tarde alegre y maravillosa
La edad del encierro es tan cruel, que se vive en forma alarmante y espantosa
El tiempo no se detiene y el peso de los años se acumulan y la vida se torna, temblorosa
Se acabó la intimidad de la emoción y las pasiones amorosas
El fatídico encierro, sólo lleva a esperar de Dios, su bendición Todopoderosa
Se espera que llegue lentamente la muerte, asombrosa y con gritos dolorosa
Se le cayeron las alas a la colorida mariposa, que una vez revoleteaba vigorosa
Se fue la vida, que marchitó la edad del encierro, con sus sombras tenebrosas
El encierro y la soledad, enfrió el café y sus sabrosos aromas se desvanecieron
La hermosa vecina extraña aquel furtivo enamorado y el romance que una vez tuvieron
Ya no sale ni a la ventana, ni al balcón, sus queridos amores se marcharon y raudos se fueron
Se secó el jardín, que una vez fue florecido y las abejas nunca más volvieron
Los queridos amigos tocaron a la pueta, nadie les abrió y un dolor en el alma con tristeza sintieron
El riachuelo donde iba a pescar, se llenó de peces y de colores saltando se vistieron
La luna llena, llora desconsolada por el encierro de aquel ser y entre las nubes, sus rayos se perdieron
Las aves y pájaros ya no cantan en el solar, porque de ver aquel encierro, volaron y se marcharon
Se encerró para siempre la vida placentera y hermosa y solitario en un aposento nauseabundo y oscuro sus alegrías y risas lo abandonaron
Lo arropó la muerte con su capa negra, entre las sombras de su soledad y en un ataúd su cuerpo apretujado lo incineraron y sus cenizas por el firmamento esparcidas volaron
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga junio 27-2023