Te estuve acariciando feliz en mi regazo,
y nunca supiste celebrar nuestros días,
menos que mi ausencia llegaría algún día
y que esta rosa de amor, tenía su ocaso.
*-*
Pensaste que mi amor por ti sería un fracaso.
Muy injusto fuiste al manifestarme tu falsía.
No entiendo, porque me decías: amada mía.
Estuve muy dolida y te di mi último abrazo.
*-*
Contigo muy justa fuí en mi querer, mi vida.
Sin embargo, era muy necesaria mi partida.
Por ello, hubo en mí odio y rabia, lo confieso.
*-*
Yo me sentí ultrajada, mal amada y perseguida,
tan solo de pensarlo se abre de nuevo mi herida.
Por ello, antes de que partas solo pido un beso.