Sientes en el corazón un desgarro,
poco a poco el dolor
por las fibras se expande
y un lamento hondo te atrapa.
La mirada ausente en el limbo
habla por sí sola… acuden
esos gratos recuerdos
que, en la mente te aguijonán.
Un ahogado y amargo suspiro
te aprisiona la garganta,
las lágrimas se deslizan por el rostro
teñidas con la desesperanza.
Deambulas como alma en pena
con la acechanza de la sinrazón,
y por la muerte de ese amor
la pobreza la sientes en el alma.
Las palabras de desconsuelo
en tus oídos retumban,
“el amor es como el fuego
se apaga y solo cenizas quedan”,
¡Oh que vida tan ingrata!
el llanto a borbotones se desborda
y en tu herida el dolor se afianza.
Se sufre por amor, quién lo diría.