Me ha fascinado y me
ha dejado pensando
en lo bello que será
poder compartir mi
habitación contigo.
Llenarla con nuestros
besos, gemidos, ruidos
tan húmedos, cómo
cálidos, todos llenos
de amor y de pasión, que
el tiempo no sea suficiente
para los dos y que al final, ver
juntos salir el sol.
Me encantaría que te
recuestes en mi busto y
sientas los latidos a medida
que tus manos se aferran a
mi cintura, para deleitarte
con mi perfume y calor.
Tómame de la cintura y
cómeme la oreja.
Perfecto a quitarnos
algunas prendas, tal vez
que estés sin polo y quitame
poco a poco la blusa, bésame
mi hombro desnudo y
acaricia mis muslos, aprieta
cada nalga, hasta que tus
dedos queden marcados
en mi piel levantando poco
a poco mi falda.
Me gustaría ver la
sombra de mis hermosos
senos, moverse de arriba
abajo por culpa de ese
cabalgar salvaje provocado
por tu pelvis.
Mi dulce amado de piel
color canela, al que quiero
besar y mimar con todo mi ser.