Roca fuerte tus raíces,
rizos celestiales tus cabellos,
por donde pasan los huracanados vientos
tus verdes hojas relinchan felices.
Tus altas ramas acarician los intensos cielos,
con el sol se bañan las palmeras mientras se miran fijamente,
el viejo árbol, el mayor de 100 años
con sabiduría, que aún está milagrosamente.
Con un gigante te comparo,
uno amable que brinda vida,
purificas nuestro aire de vuelta e ida,
mientras los nidales admiro
que sobre tus ramas reposan.