No basta con el calor sofocante,
que transita calles sombrías,
y ahora visten de vino tinto
ante almas tolerantes;
testigo atemporal el dia,
complice la noche expectante;
respiración que se detiene
sin fuerza se va la vida;
seres funestos con autoridad
para cortar de tajo el aliento,
el alma y pensamiento;
Vaya, que gran barbaridad!
Siguen el siniestro camino,
en aras de cultivar dolor,
sin rastros de cariño y amor,
abonan el mal y desatino.