\"Elegías al perro muerto\"
(Dedicadas a \"Tony\" el viejo perro de mi cuadra. )
Aquel viejo vigilante,
pequeño de cuatro patas,
con facultades innatas,
delatando un maleante...
Viviendo como ambulante,
bajo los carros dormía,
frente a mi casa solía,
evitar a los muchachos
pero no asi a los borrachos
(de sus sobras se servía).
Nunca recibió cariño,
(desconfiaba con malicia),
detestaba una caricia,
su pelo (color de armiño),
su aspecto de desaliño,
grisaseo, manchas de grasa,
porque la higiene es escasa,
para un perro de la calle,
nadie le entrega un detalle,
cuando por su lado pasa.
Con esos roncos ladridos
despertaba al vecindario,
los celebró el obituario,
al cambiar por alaridos.
Y sus viejos conocidos,
entre cigarro y cerveza,
saltaron la gentileza,
de darle la pronta ayuda,
al fiel de pinta greñuda,
con vestigios de nobleza.
La agonia se hizo presente,
en sus ojos ya sin brillo
la muerte apretó el gatillo
quedo en mi mente latente.
Murió solo finalmente,
aquel perro de la cuadra,
ya nadie a los carros ladra,
en la calle hay un vacío
que solo calma el chirrío,
del tornero que taladra....
Maikel Mendoza