Insomne piedra contempla,
allá entre flores dormidas,
como la brisa en su lira,
peina lamento de hiedras.
La niebla exhala dos orbes,
y en garfios salta la nieve,
de buho sobre la liebre,
desde las torres de un roble.
A enmarañado vestido,
cubren hormigas la muerte,
que ha salpicado el camino,
descorren luto los montes,
mientras los grillos consuelan,
entre violines la noche.