A veces necesito pararme al borde de un precipicio, mirar hacia abajo el eterno abismo y sentir como el vértigo en la boca del estómago revuelve mis ideas;
Sí, a veces necesito dar un penúltimo aliento para contar al último como si fuera el primero;
A veces necesito hallarme en el fondo del mar y antes de soltar la burbuja de aire definitiva, resurgir de la infinitud azul;
Y a veces necesito estrujar mi corazón con las manos desnudas para sentir mis latidos y descifrar lo que intentan decir;
A veces necesito encontrarme al límite para sentirme viva.