En el jardín
las aves ya comienzan
a dar sus trinos.
Cantos sublimes,
preciosas melodías
en la mañana.
Ya es el verano,
se fue la primavera,
nos queda el mar.
Las aves siguen
su alegre parloteo
y sus costumbres.
Viven ajenas
y dentro de este mundo
que les rodea.
Salen del nido
y buscan la comida
para las crías.
Vuelan por calles,
aleros y balcones
tras las migajas.
Y cuando encuentran
el trozo deseado
vuelven al nido.
No es primavera,
ya estamos en verano,
pero da igual.
Las aves cantan,
alegran nuestros sueños
un día más.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/06/23