ME LLEVAS A MI CASA CADA NOCHE
y el camino es la excusa
para aparcar el día
y buscar un pretexto
que justifique el tiempo
que tardas en besarme.
Pretende cada beso
encontrar un resquicio
para huir del destino
que sabe a despedida
y son un inventario
galante
de toda la jornada.
Me llevas a mi casa cada noche
y luego me abandonas
cargado con tus besos
que yo voy colocando
despacio en la libreta
donde escribo las horas
que faltan para el alba.