Jorge L Amarillo

INFORTUNIO

A veces tenemos el infortunio
Que el corazón deba seguir amando
Aun después de la imposibilidad
Que la realidad ya se nos ha negado.
 
Y ya no tienen validez las palabras
Ni vida los sueños que han despertado,
Aunque la luna conserve su lugar
Dentro de uno es que todo ha cambiado.
 
No detiene su marcha, el tiempo
Aquel comienzo a su final ha llegado,
Efímeras fueron esas bellas emociones
Que de pronto se nos han marchado.
 
Tiembla mi pulso al deshojar los pétalos
De esa flor que por ella yo he cortado
Y el alma gran amiga de mi corazón
Como él también se ha contagiado.