María Cristina Casado Alcalde

Mar del Norte

Ya la sombra empuja el borde

afilado de la sombra.

Ya la mar brilla en acero.

Ya se eleva.

Y regresa iluminada por relámpagos

furtivos que anochecen

la espuma de las dunas

y acompasan su paso con el mío.

 

Está baja la marea, las barcas descansan en la orilla y me arrullo bebé bajo la arena.

Soy la madre que alumbra y soy la hija despojada de toda servidumbre que se nace otra vez recién nacida.