Tierna mía –cielo mío-
amada y amante amorosa
que maduras en la campiña
donde la ennegrecida señora
siega tus años de lozanía
dame tus horas en torno
a una mesa para cenar juntos
-te busco en mi letanía
y mis venas son redes
que pretenden atraparte-
a mis calcetines les duele
el frío cuando te escondes
y a mis sábanas les da miedo
la noche cuando duermes
en otra cama
nunca imaginé que me encantaría
estar tan atolondrado
desde que mi mano se ató a la tuya
-las constelaciones son más consistentes
y a cada paso hay pétalos rojos en el suelo-
me despido de ti cada día
incluso si dormimos juntos
-mi amor por ti se extiende
desde mi alcoba hasta la cima de los cerros
y enciende las hogueras
en las habitaciones sin huéspedes-
mi amor por ti riega
los campos de tu espalda y tus caderas
y en los ríos es mi amor
un derrame de aromas a flor
que recorre los continentes
-oh mía- oh noche agitada
-espesura de grillos en cielo oscuro-
planta en medio de una alfombra
pantanosa que acumula polillas
-metal precioso recién arrancado
de las entrañas de la tierra-
te lameré –mujer- desde tu talón
hasta tu monte de venus
-llenaré con mis espumas
cada uno de tus labios-
humectaré tu interior y tu contorno