TENTACIONES
A una desconocida...
Todo fue insólita coincidencia,
y en un revés apartado de lo real.
La mente voló, la piel se crispó
y ambos atravesamos un mar de lodo
que nos embadurnó el alma y los sentidos.
su sexo blando y enjuagado,
exhaló un aroma tenue de luz;
un aroma álgido e inmortal.
Gastado o corroído por los siglos.
Sus ojos y los míos se urdieron
en un complot fatigante.
Fatiga en el alma, en el vientre,
fatiga en el cuerpo, el suyo y el mío,
Fatiga que terminó en un revoloteo de mariposas.
Pensé o pensamos en todo
Y en ese instante casi agónico,
Dios traspuso el universo frío,
Desnudo como nuestros cuerpos.
Fue sublime sentir lo tentado,
fue sensato realizar lo pactado,
y al final de un sendero de luces,
de idas al cielo, de angustias,
dibujamos sin trazos, un DESTINO.
Ya era de noche en pleno día,
habíamos sucumbido.
Noviembre 3 de 1998