Se va rauda y yo me quedo en pausa.
Un mar entre lo raudo y lo que es calmada nada.
He mirado el horizonte desde siempre y estaba vacío.
Y a mi costado he mirado ecos del silencio.
Sólo un deseo, un deseo solo… mas lo que existe, aún distante,
me ha hecho sentir bien desde esa lejanía tan lejana.
Y la vida llegando a sus orillas sigue conmigo endeudada,
que yo siento que lo he dado, y he recibido en cambio
ese toque mágico del hada casi irónico, insubstancial…
y además, por lo irreal vedado!
De mi libro “De esas letras pendientes”. 2018 ISBN 978-987-763-836-3