Dicen los que te conocen,
que por tu palabra
se crearon los cielos;
se formó la tierra.
Dicen los que no te conocen,
que tú no existes,
que es una mentira;
que eres un invento.
Pero si tú no existes,
si no eres real
¿De dónde vengo yo?
¿Hacia dónde yo voy?
Entonces, me pregunto:
El cielo,
tan inmenso;
tan infinito.
El mar,
tan basto,
tan insondable.
El sol,
tan lejano,
tan ardiente.
La luna,
tan pura,
tan clara.
La naturaleza,
tan inspiradora,
tan exuberante.
Los seres vivos,
tan numerosos,
tan especiales.
El hombre,
tan complejo,
tan perfecto.
¿Qué escultor pudo con sus manos formar?
¿Qué pintor pudo con su pincel plasmar?
¿Qué arquitecto pudo con su trazo diseñar?
¿Qué científico pudo con su ingenio inventar?
¡Tanta creatividad!
¡Tanta belleza!
¡Tanta variedad!
¡Tanta riqueza!
¿Quién pudo planearlo?
¿Quién pudo hacerlo?
¿Quién pudo diseñarlo?
¿Quién pudo crearlo?
No concibo, que sea producto de una evolución,
no me digan, que es el resultado de una explosión.
Lo que ven mis ojos, tuvo que ser planeado,
lo que palpan mis manos; tuvo que ser creado.
¿Quién sino una mente brillante?
¿Quién sino un ser sobrenatural?
¿Quién sino un Creador?
¿Quién Sino tú, mi Dios?