Hay sonrisas que hacen reflejar
el anhelo a una ilusión
cuando el tiempo se va escondiendo
tras lágrimas ahogadas
entre alientos y suspiros
que terminan secándose en mi garganta.
¡Como decir que no!
Si mi alma pedía a gritos
sentir el sabor de la esperanza
Que le devolviera la voz.
¡Si la quise!
Y me entregué a ella
con el hambre atrasada
que le devolvieran
a estos labios fríos el calor
de volver a amar.