Annabeth Aparicio

ANNA Y EL ESPEJO

Estaba Anna frente al espejo mágico

de paralelos mundos y misteriosa gracia

más el espejo reflejaba algo fantástico

era el reino místico de la lejana Asia.

 

Llena de música y crisantemo oriental

Vió aparecer en el lírico Ensueño

A un galante enamorado en el cristal

Al joven príncipe de su sueño.

 

“Poeta lejana, mira más allá de los colores

que hayan dentro de tu mente

Pues te mostraré un nuevo jardín de flores

Soy un príncipe mago del lejano Oriente\".

 

“Yo soy el más joven galante

vestido del azul que hay acá

belleza y riqueza tengo abundante

soy un loto fragante del Shambalá\".

 

“Tengo el paraíso y un dragón colosal

el trono de un rey, una sonata

un bambudal, un pacífico arrozal,

Y una alfombra de seda escarlata\".

 

“Adornos de bordados exquisitos

de mi traje imperial y la real cortina

y las visiones en mis ojos infinitos

de los dioses y la muralla de la China\".

 

”Soy Manjushri, el joven amado

cual el sol es mi resplandor,

tengo un corazón del todo apasionado,

y mi cáliz rebosa de luxuriant amor\"

 

“Mi voz tan hermosa en el viento,

se asemeja a los espíritus divinos

mi voz es música de dulce acento,

más bello que del ruiseñor los trinos\".

 

“Los pensamientos de filósofos sabios

cual Confucio, anhelaron la armonía

de las notas que se desprenden de mis labios

mi canto superó a la sabiduría\".

 

“Soy el príncipe más hermoso que la luna

gallardo y ardiente es mi estilo

en la noche, si me ves, soy Annuna

y en las aguas de río, Rosa de Nilo\"

 

“Soy el dulce cerezo de primavera

ciega mi esplendor sin igual

belleza y fortuna que ya quisiera

el rey europeo y el gringo occidental\".

 

“Si tanto me amas, ¡Cruza el portal!

este es un puente, y al entrar 

se cerrará, se romperá el cristal

y por siempre aquí vas a estar\"

 

“¡Ven, corre! A este cielo de azur,

donde tu príncipe de bello matiz

en donde hay oro por el norte y sur

vivirás conmigo,a mi lado, feliz\".

 

Cuando Anna quiso cruzar el portal

dejó de ver la hermosa Aparición

tocó, y no había nada en el cristal,

dejó de ver al príncipe de su ilusión.

 

Y llorando en cuanto el sueño se deshizo

surgió una pregunta en su querella

si fue ella quién soñó el Paraíso,

o fue el Paraíso el que la soñó a ella.