Un día recordarás tiempos lejanos.
Sentada al borde de tu cama
Tu rostro enmarcado por las canas
Arrugas testigos de tiempos vividos.
Recordarás un galante hombre
Que un día decidió amarte
Amarte como si fuera un arte.
Recordarás sus palabras
Cuando el juró adorarte
Prometiendo regalarte
Dulces versos al mirarte.
Y recordarás aquella noche,
Que tomo como testigos
al cielo, la tierra y las estrellas.
Juro amarte hasta el eterno
Y tal vez un poco más.
Su mirada te llenaba
Su sonrisa te hacia viva
Sus caricias te elevaban
Y así eras feliz.
Sus recuerdos te hacen viva
Sientes el viento en tus mejillas
Entra una brisa y te susurra.
Te susurra su dulce poesía.
También recuerdas sus versos
Sus versos ya lejanos…
Donde lo irreal era cierto.
Donde eras tú la musa.
Donde todo era perfecto.
Y recuerdas sonriente
El té abrazaba fuertemente
Se hacían uno en un instante
Donde el tiempo no existía.
Ahora estás ahí sentada
La luz dorada del ocaso te ilumina
Tu piel latina se hace vida
Sientes su perfume
Él está aquí, para ti, junto a ti.
Sientes sus palabras
Que te hablan desde dentro
Y te dicen…
He venido aquí a verte
Ver recuerdos que no mueren
Ver tu sonrisa que ilumina
A ver mi corazón que quedó aquí,
Aquí contigo…
He venido a llevarte conmigo
Yo, tu compañero, amante y amigo
Sigamos esta historia
Esta vez será al eterno.
Tú al borde de la cama
Caes en sueños de mil años
Tu sonrisa te ilumina
Cae la noche de tus días.
Ahora tú aquí contigo
Iluminando el cielo juntos
Como dos estrellas
Brillando al eterno.
Amor interminable
Amor místico y fantástico
Es amor hecho arte.
Jorge Manuel Ocampo.
Roma 2017.