cruelmente devastada.
Sumergida en muérdago
por sus innumerables heridas
goteo a goteo sangran
sus bosques, mares, ríos.
Causa estragos en la sociedad
con el puño cerrado doblega
y acalla a los desvalidos.
En las redes del engaño
atrapa como a presas
mujeres, jóvenes y niños
los explota, prostituye…
El tráfico de órganos
inducir a los vicios y la trata
forman parte de su alevosía.
Ante lo que a el acaece
no siente empatía,
solo desea satisfacer su ambición
y obtener más poderío.