Nitsuga Amano

¿Cuanto tiempo hace...?

¿Cuánto tiempo ha pasado? Desde aquel último beso en la madrugada,

un abrazo sin fervor, sin presente,

dos corazones temblorosos, mancha apagada.

 

 

Las manos ya no se buscan, se evitan, se quedaron en la espalda,

perdidas en el rastro de una caricia olvidada.

Los ojos se evitan, mirada que no calma,

como una constelación desvanecida, en nada.

 

 

En el silencio, las palabras se hacen eco,

reproches mudos flotan en el aire,

los suspiros quedaron suspendidos en el alba,

enredados en los hilos del tiempo, sin reparo.

 

 

Cada día, las heridas trazan sus cicatrices,

señalan las distancias, los abismos que crecieron,

aún queda trasnochada la esperanza del ayer,

de encontrar el camino que el corazón quedó agachado, en el olvido.

 

 

¿Cuánto hace que no nos vemos, amor mío?

Desde aquel último beso que dejó su estela,

nuestros cuerpos separados en desafío,

aún guardan el deseo de fundirse en una sola estrella.

 

 

Pero en esta noche sin luna, sin guía,

perdidos en el laberinto de lo que fuimos,

nos encontramos solos, sin fuerzas, sin alegría,

como dos extraños en un mundo ya dormido.

 

 

¿Aún así, persiste en algún rincón el amor?

O también se ha quedado perdido en algún vagón del metro,

que ya nada en esta casa persiste,

ni en cada latido.

 

 

En cada verso me desmorono,

hace tiempo que perdí el rumbo,

ante mis ojos alicaídos yace un trono vacío de mi reina,

y a mi alrededor, un reino vacío.