He de descubrirte el nombre de un personaje,
elocuente, con gran clase y categoría,
románticas frases transmitía en sus poesías,
corazones que con ellas derretía,
una sola de sus frases hacía que…
las más hermosas damas le rindieran pleitesía,
elegantemente las seducía y así me enseño poesía.
Suaves declamaciones al corazón enviaba,
almas vacías llenas de amor las dejaba,
viviendo cada segundo de su vida con pasión,
imaginando cada frase con antelación,
no improvisaba nada, todo estaba pensado;
incluso el final era el apropiado,
en su poesía hermosa y perfecta
ni el corazón más duro podría resistirse a su palabra directa.
Del amor me enseño en sus letras,
empezando desde la A hasta la Z en su poesía, todo era clase letra por letra.
Como desearía poder descubrirte sútilmente
y a escondidas delatarte el nombre de aquel
real caballero, que me enseño de Poesía,
a impregnar mis sentimientos al papel con tinta,
noble sentimiento que al declamartelo al oído en un apasionado y precioso...
ósculo prolongado se ha convertido.
De tus labios rojo vivo,
en lava ardiente, los míos en los vuestros se han fundido.
Bella Dama, amor y luz de mi corazón,
enciendes la llama de la pasión;
rememoro tu faz en mis sueños;
guirnaldas de oro adornan tu cabeza,
eres mi flor, mi reina, mi diosa;
rodilla postrada en el suelo ante ti,
aclamando una sola petición
casate conmigo y has feliz mi corazón.