Huellas en la penumbra
Furtivo y gris, el pensamiento va dejando sus huellas en la penumbra,
en las márgenes del mar sin estrellas, busca el faro de su luz que lo guía
En la penumbra de un ocaso otoñal, en el atardecer del pensamiento;
regocijándose en la ilusa vanidad de los espejos de la luna en la laguna
En la penumbra de las lámparas de luz velada de mil estrellas cintilando,
al conjuro de aromas de rosas, de un jardín en la ilusión del pensamiento
En el balcón lejano, buscando en cada estrella el misterio de la penumbra,
de la noche penetrando en la oscuridad, la claridad furtiva del pensamiento;
entre las sombras que hicieron naufragar a su frágil barca sin faro de guía