Luis Roberto Otero

Solo un sueño

Hoy  soñé y solo vi sus ojos,

por desgracia su sonrisa estaba oculta

detrás de  un extraño espectro grisáceo,

combinada con su cabellera oscura.

 

Había sólo silencio en  la cavidad

de este sueño, siendo que todo era tranquilo,

ella estabas allí

y yo estaba, y sigo confundido.

 

Pese a lo extraño del momento

decidí acercar mi mano a la mejilla,

Su piel era suave.

Claro, todo era mentira.

 

Su mirada parecía real, cada detalle,

cada pestaña y cada gesto.

Poco a poco se descubrió su  boca

y sorpresa fue verla sonriendo.

 

Al ver aquello me quedé atónito,

intentado acertar el color del labial,

preguntando por  el sabor de su beso,

el cual olvide al despertar.