Camino,
voy por la calle,
estoy sola (no), estoy conmigo.
Busco tu rostro (no lo encuentro),
busco tu nombre entre tantas incógnitas (que no se responden),
intento buscar tu voz pero no la recuerdo, recuerdo.
Te vuelves borroso en mi recuerdo,
recuerdo.
Mis ojos se vuelven borrosos cuando me acuerdo,
recuerdo.
Ya no te puedo sentir,
no estás,
estás pero no estás,
estás lejos.
Te fuiste, o me fui,
el orden no importa,
no estamos,
no estamos y estoy triste.
No,
no estamos y estoy sola,
no,
no estamos y me siento sola.
Sentir, sentimiento, siento, siento,
divague.
En este divague de emociones,
me pierdo entre sombras y confusiones,
buscando respuestas que no se encuentran,
y mi soledad se hace más profunda.
Recuerdo momentos que se desvanecen,
como espejismos que se deshacen en el viento,
y en mi corazón, el dolor se intensifica,
porque ya no puedo tenerte cerca.
¿Nos perdimos en el laberinto del olvido?
¿O tal vez fui yo quien se alejó sin darse cuenta?
El orden ya no importa,
porque en esta ausencia, mi tristeza se despierta.
No,
no estamos y estoy sola,
no,
no estamos y me siento sola.
Sentir, sentimiento, siento, siento,
en este divague, mi alma se adentra,
en la inmensidad de la melancolía,
donde el dolor y la esperanza se entrelazan.
Aunque estemos separados por la distancia,
mi corazón anhela tu presencia,
pero en este viaje solitario,
solo encuentro mi propia esencia.
Divago entre los recuerdos y los sueños,
buscando respuestas que se desvanecen,
pero en el fondo de este sentir profundo,
sé que aún en la distancia, el amor permanece.
Sentir, sentimiento, siento, siento,
en este divague, encuentro mi voz,
expreso mi anhelo y mi desaliento,
pero también descubro mi propia paz.
En este laberinto de emociones,
encuentro la fuerza para seguir adelante,
porque aunque estemos separados,
siempre llevaré tu amor en mi.
Divago y siento,
encontrándome a mí misma,
en cada paso que doy,
en cada verso que escribo.
Este divague me libera,
me conecta con mi ser más profundo,
y en cada sentimiento que experimento,
encuentro la esencia de mi mundo.
Así que divago y siento,
en este poema que se extiende,
buscando respuestas y encontrando consuelo,
en el universo de mis propias palabras.