Me pregunto en silencio, sin rencores,
el porque mi cariño no entendiste;
si en mis sueños su luz tu siempre fuiste
y llenabas mi vida de colores.
Te brindé de pasión sus resplandores,
y de mi alma, feliz tu te prendiste;
y jamás de su fondo te saliste
porque tu eras el sol de mis amores.
Imposible parece te hayas ido
cuando todo mi afán por ti latía;
cuando siempre mis versos he tejido
inspirado en tu fresca lozanía;
que era fuente de amor, y regio nido
donde siempre abrevé mi poesía.
Autor: Aníbal Rodríguez.