Como una carta clandestina sigo esperando tu abrazo,
Y voy al buzón como al pozo el sediento,
Y me ahogo...
Es tanto el frío de las pescaderías y los portales
Como la lágrima del toro arrastrado,
Circo y albero,
Palmas y garrapiñadas de un verano muerto,
Mientras, mato minutos a pedradas y en silencio,
Pues, por el desagüe,
se han ido los hermanos y los placeros,
Fandanguillos y seguiriyas,
El aleteo de tus ojos nuevos
Y una paloma que, con su mensaje,
Sentenciará al invierno.
Sigo esperando esa carta,
Clandestinos son mis anhelos.