Noche que se Cierra
sin Preámbulos
en la Incierta Nada...
¿En qué Penumbras Secretas
se Viste la Blanca Luna,
que en Ignorante Rumbo
se Desvanece
entre mis Ojos Sellados?...
Constante, el Río de Heráclito que,
entre Saladas Aguas
Mece sin Quererlo
mi Alma Errante;
Encerrada entre Cárceles y
Crepúsculos Mutilados...
Vuelve Ya! el Cuchillo
del Fugitivo Ayer de mis Ayeres,
a Contar los Pinares de aquella
Otra que Fui,
y que no Seré...
Canta Ya! sin Sones
el Ruiseñor de Virgilio...
Canta Ya! en entrevelado Llanto
mis Lágrimas Secas
entre Nudos y Ásperos Sisales,
que en mi Perdida Memoria,
Arde...
Vuela..
Vive sin Vivir...
Muere sin Morir...
Exalta Ya!
la Fábula de los Inasibles Días
que se Pierde en los Míticos Tiempos...
Y en esa Moraleja que Arde de Amor
y Muere de Muerte Sin Sentido,
entre las Alas de los Vientos
y la Tenaz Marea de la Mar
que Olvida el Olvido
en lo Profundo
de una Tarde...
de un Alba...
o de un Mudo Poniente...
(Patricia)