La culpable
No, no quiero eso,
tu admiraciòn ingenua y arrimada
a mi orgullo sin lìmites,
permìteme que diga
que estàs equivocada,
que ser como yo soy no es agradable
y alguna vez, en toda mi existencia,
me fingì un pàjaro sin nido
y un nido sin àrbol,
sin apenas lograrlo.
Luego viniste tù, me convenciste
que volar era fàcil y que yo podìa
aùn sin proponèrmelo, elevarme
y asì, me encaramè en mì mismo,
y me senti grande como nadie.
Ya ves ¿por què ahora digo
que tù eres la culpable,
de que yo escriba poemas
para que nadie lea
y los publique al aire?.